Con apoyo del BID empresarios analizan la situación actual y proponen medidas para enfrentar la crisis COVID-19

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Con apoyo del BID empresarios analizan la situación actual y proponen medidas para enfrentar la crisis COVID-19

Con el apoyo y la facilitación de Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el sector privado agrupado en el Diálogo Empresarial de las Américas (ABD, por sus siglas en inglés) aporta su experiencia y capacidad para llamar la atención de los gobiernos de la región sobre algunos aspectos clave para enfrentar la pandemia, cuidando también la salud de la actividad económica y de las empresas.

Con el fin de mitigar los impactos de la pandemia del coronavirus, los líderes del sector privado que participan en ABD se han unido para trabajar en una serie de recomendaciones de políticas con el objetivo de asegurar que el sector privado pueda continuar suministrando de manera eficiente y rápida bienes y servicios que son críticos en este momento, como medicamentos, equipamiento, alimentos y otros bienes de consumo esenciales, así como energía, servicios financieros y acceso a herramientas digitales que permiten mantenernos conectados e informados.

Por otro lado, buscan también aliviar la carga del impacto económico de la pandemia y de las medidas adoptadas para contenerla – particularmente en apoyo de las micro, pequeñas y medianas empresas (PYMES) –, proteger fuentes de empleo, mantener estándares exigentes de ética e integridad, y sentar las bases para una fuerte recuperación económica luego de que se haya controlado la pandemia.

Estas son algunas de las recomendaciones más vinculadas con la actividad el transporte y la logística:

Responder a la pandemia, asegurando la continuidad del negocio y preservando

cadenas de suministro vitales:

  • Los gobiernos deben definir de manera clara y completa la infraestructura, industrias, bienes, servicios y trabajadores esenciales. Los gobiernos deben entablar consultas abiertas, transparentes y continuas con la industria para desarrollar estos lineamientos, así como establecer un mecanismo para su actualización frecuente en función de las circunstancias y factores cambiantes. Debe buscarse la armonización regional para minimizar la disrupción en las cadenas de suministro hemisféricas y globales. Del mismo modo, para que las medidas sean eficaces y minimicen los daños económicos, los gobiernos deben garantizar que las entidades subnacionales estén al tanto y respeten las mismas definiciones y normas. La coordinación con socios internacionales y organizaciones competentes es esencial para alinear adecuadamente las políticas de acceso y movimiento. Los gobiernos deben incorporar una visión enfocada en las cadenas de suministro o cadenas de valor añadido al caracterizar sectores como esenciales. Como referencia, los gobiernos deben caracterizar como esenciales: el mantenimiento, la fabricación y construcción para la continuidad del negocio de productos, servicios y cadenas de suministro esenciales; la investigación, el desarrollo y fabricación de medicamentos, dispositivos médicos (incluyendo equipamiento, diagnósticos y suministros In Vitro); equipos de protección personal (EPP) y productos de consumo críticos para combatir el COVID-19 (por ejemplo, desinfectante para manos y jabón); actividades de producción y distribución de alimentos, agrícola; transporte, transportistas expresos y logística y, en particular, todas las actividades y trabajadores involucrados en la carga marítima, aérea y terrestre; instalaciones de distribución, almacenaje y call centers; cualquier esfuerzo que respalde las compras minoristas a través de métodos que aumenten los requisitos de distanciamiento social; infraestructura, generación, transmisión y distribución de energía; servicios financieros ampliamente definidos; fabricación, operación, construcción y prestación de servicios de tecnologías de la información y la comunicación ampliamente definidos; así como actividades y empresas involucradas en sus respectivas cadenas de suministro.
  • Los gobiernos deben cooperar entre sí y con la industria para proteger la cadena global de suministros médicos y abstenerse de implementar restricciones a la exportación para abordar la escasez y los problemas en las cadenas de suministro de medicamentos, dispositivos médicos (incluyendo equipamiento, diagnósticos y suministros In Vitro) y todos los suministros esenciales para hacer frente al COVID-19. Las medidas de emergencia deben ser transparentes, temporales, dirigidas a un objetivo específico legítimo, de carácter público y aplicadas de manera no discriminatoria y compatible con las normas de la OMC.
  • Los gobiernos deben trabajar para asegurar que los flujos de comercio e inversión continúen sin interrupciones y para proteger y fortalecer las cadenas globales y regionales de suministro que son críticas para la entrega continua de bienes y servicios esenciales. En particular, los gobiernos deben: a) Reducir o eliminar aranceles y remover barreras no arancelarias que afectan las importaciones de herramientas esenciales para combatir la pandemia, incluyendo medicamentos, dispositivos médicos (incluyendo equipamiento, diagnósticos y suministros In Vitro), equipos de protección personal (EPP) y desinfectantes; así como los que afectan a los productos agrícolas y al comercio de servicios, en particular la telemedicina. b) Implementar medidas de facilitación del comercio para reducir el costo de trasladar productos y materiales relacionados con la salud y productos alimenticios a través de las fronteras, incluyendo simplificar y agilizar procedimientos fronterizos, autorizaciones nacionales, certificaciones y licencias; digitalizar procedimientos de importación y exportación para reducir la exposición de los trabajadores; y minimizar las inspecciones físicas cuando sea posible. c) Aprovechar las capacidades y los mercados de comercio electrónico para asegurar la logística y distribución de productos esenciales, de manera que éstos se sigan entregando en hospitales, instalaciones esenciales, comercios minoristas y hogares, según sea necesario, asegurando que adecuados incentivos y políticas sean implementados para permitir que las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMEs) permanezcan en línea y operando.
  • Los gobiernos deben trabajar para implementar Buenas Prácticas Regulatorias (BPRs) y fortalecer la cooperación regulatoria para facilitar el comercio de bienes esenciales. En particular, los gobiernos deben: a) Reconocer y aceptar certificados y medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF) comunes dentro de la región para facilitar la rápida importación de productos alimenticios.  b) Publicar directrices claras, coherentes y oportunas sobre medidas y procedimientos fronterizos y asegurar la transparencia para las empresas en un escenario que cambia rápidamente, especialmente cuando las medidas se aplican bajo la designación de “no esencial”, y asegurar requisitos de documentación estandarizados, procurando la alineación entre gobiernos y organizaciones internacionales.
  • Los gobiernos deben esforzarse por asegurar que los mercados financieros permanezcan abiertos y que el capital siga fluyendo, en particular para permitir a las empresas mantener liquidez, adoptando medidas que reduzcan los requisitos de reserva y brinden alivio temporal para los requisitos de capital y liquidez, expandan el acceso a los mercados de capitales, permitan la mejora de las condiciones de los préstamos (tasas de interés, importes, requisitos, duración, períodos de gracia) y proporcionen créditos a la exportación con apoyo oficial para garantizar que los exportadores tengan el apoyo y la flexibilidad que necesitan actualmente. Todo ello sin aumentar el riesgo sistémico del sistema financiero.

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